1. Contexto y tema general
La parashá abarca el texto de Génesis 6:9–11:32.
Se presenta al hombre justo llamado Noaj (“Noé”), que vive en una generación de corrupción, y es seleccionado por Dios para sobrevivir el Diluvio universal, preservar la vida, y reempezar el mundo.
Luego siguen los eventos del Diluvio, la alianza con Noaj tras el Diluvio, el episodio de la viña y de la deshonra de Noaj, la maldición sobre Canaán, la construcción de la torre de Babel, y la genealogía de las generaciones hasta la aparición de Avraham.
2. Desglose y puntos destacados
Aquí algunos de los pasajes clave:
- Noaj: el hombre justo en medio de la corrupción
El texto dice que “Noaj era hombre justo, íntegro entre sus contemporáneos; Noaj anduvo con Dios”. (Génesis 6:9) - Pero la pregunta es: ¿qué significa “en su generación”? ¿Era justo pese a su generación o por comparación con ella? Chabad apunta al hecho de que Noaj fue elegido porque su rectitud se mantuvo, aunque la generación estuviera corrompida.
Este hecho enseña que la justicia individual tiene valor aún en un contexto moralmente adverso. - La construcción del arca y el Diluvio
Dios le dice a Noaj que construya un arca (“teva”) para salvarse él, su familia y parejas de animales del Diluvio, que destruirá la humanidad corrupta.
Chabad subraya que aunque el castigo era inminente, Dios dio a Noaj (y a la humanidad) una oportunidad para cambiar e incluso un tiempo de aviso; y Noaj actuó conforme al mandato. - La dimensión de construcción del arca muestra la participación humana en el proceso de salvación (la responsabilidad personal), no sólo un milagro unilateral.
- La alianza del arcoíris
Tras el Diluvio, Noaj ofrece sacrificios, y Dios promete que no volverá a destruir toda carne con un diluvio, estableciendo el signo del arcoíris como señal de la alianza. (Génesis 9:12-17) - Chabad comenta que esta alianza no es sólo para Noaj, sino para toda la creación — un pacto universal de misericordia.
También se destaca la enseñanza de que un acto de bondad (el cuidado que Noaj tuvo durante el arca) genera una respuesta divina de bondad incondicional. - El episodio de la viña, la desnudez de Noaj y la maldición de Canaán
Luego del Diluvio, Noaj planta una viña, se embriaga y queda desnudo. Su hijo Ham ve la desnudez y lo relata; los otros dos hijos (Shem y Jafet) lo cubren. Noaj maldice a Canaán (el hijo de Ham) y bendice a Shem y Jafet.
Chabad señala que esto refleja cómo aun tras una renovación, los defectos humanos persisten, y comportamientos de vergüenza y decoro importan. La historia sirve para mostrar que la justicia y la dignidad personal deben mantenerse aun después de catástrofes. - La construcción de la torre de Babel
La humanidad, de nuevo unida, decide “hagamos una ciudad y una torre cuya cúspide llegue al cielo” para hacerse un nombre y no dispersarse. Dios confunde sus lenguas y los dispersa. (Génesis 11) - Chabad comenta que cuando el hombre busca la grandeza personal (hacer “un nombre” para sí) sin referencia a los valores divinos, esto conduce al caos. La dispersión simboliza que el verdadero desarrollo humano necesita humildad y reconocimiento de que no todo depende sólo de nosotros.
- Genealogía hasta Avraham
La parashá concluye con las diez generaciones desde Noaj hasta Teraj, padre de Avraham, estableciendo el próximo capítulo en la historia del pueblo de Israel.
Chabad interpreta que se está preparando el terreno para un nuevo comienzo: aunque Noaj reinició el mundo físico, la siguiente generación (con Avraham) reiniciará el mundo espiritual, con una relación consciente con Dios.
3. Lecciones principales
- La importancia de rectitud personal aun cuando la sociedad está en decadencia: Noaj se levantó como justo aunque viviera en una generación corrupta.
- La combinación de acción humana + intervención divina: Noaj recibió instrucciones, pero tuvo que actuar (construir el arca, preservar los animales).
- La misericordia de Dios como fundamento universal: El arcoíris enseña que hay una alianza con toda la creación, no sólo con Israel.
- El peligro del orgullo humano y la autosuficiencia sin Dios: La torre de Babel muestra que querer “hacerse un nombre” puede desviarnos.
- Que el reinicio del mundo físico (tras el Diluvio) debe ir acompañado de un reinicio espiritual: lo físico por sí solo no basta.
4. Aplicación práctica
- Podemos preguntarnos: ¿Cómo me comporto cuando mi entorno moral parece decaído? ¿Actúo con rectitud aunque “todo el mundo” haga lo contrario?
- Reflexionar sobre la alianza divino-humana: ¿Reconozco mi parte en la historia, mi responsabilidad, y al mismo tiempo la confianza en la bondad de Dios?
- Considerar si mi “edificio” personal o comunitario está cimentado en humildad y valores, o en orgullo y auto-afirmación (como la torre de Babel).
- Reconocer que después de “tormentas” personales o colectivas hay oportunidad de renovación — tanto interna como externa.

